jueves, 6 de agosto de 2009

Escondidos en Brujas (In Bruges)

Nunca me he sentido atraído por el trabajo de Colin Farrel. De hecho, siempre lo he considerado como un actor con mucha suerte, debido a que no encuentro otro justificante por el cual haya recibido, a lo largo de su carrera, papeles de personajes interesantes que bien pudieron ser mejor desarrollados por histriones con capacidades superiores.Sin embargo, debo reconocer que en "Escondidos en Brujas" ha realizado, lo que a mi gusto es, su mejor desempeño al interpretar a un asesino novato de conducta depresiva e irresponsable, misma que lo llevó a cometer un error fatal que posiblemente le cueste la vida.La historia sigue los pasos de Ray Cranham (Colin Farrel) y Ken Blakely (Brendan Gleeson), dos homicidas a sueldo quienes después de haber realizado una terrible pifia en uno de sus trabajos, se ven en la necesidad de huir, por órdenes de su jefe, Harry Waters (Ralph Fiennes), a la ciudad belga Bruges, un lugar en el que constrasta la belleza de los edificios y su arquitectura con la oscura historia proveniente del medioevo, la cual la ha transformado en un irresistible punto turístico para una gran cantidad de extranjeros e incluso, como locación idónea para excéntricos filmes europeos.Conforme avanza su estadía, los personajes van conociendo y mimetizándose con los habitantes de dicha localidad y al mismo tiempo, comienzan a cuestionar sus acciones y las necesidades que los han llevado al punto de trabajar como asesinos, así como también las consecuencias que les conlleva el vivir con este singular "oficio".Colin Farrel interpreta de manera sólida a Ray Cranham, un joven arrogante e irresponsable, pero al mismo tiempo, depresivo y sin la sangre fría necesaria para llevar al cabo las ejecuciones ordenadas por su jefe.Brendan Glesson y Ralph Fiennes, escoltan con buenas actuaciones a su compañero, y brindan ese soporte necesario para que el espectador se identifique con los personajes y por consecuencia, sienta creíble una historia que por momentos se torna inverosímil, sobre todo durante una secuencia de persecución y un final abrupto y, aunque predecible y justificado, extraño y hasta cierto punto fuera de lugar.Un acierto de su director Martin McDonagh, es mostrarnos a primera instancia parte de la belleza que posee ese lugar, el cual, como señalé en líneas anteriores, es una mezcla de arquitectura e historia, el cual nos ofrece un paseo turístico dentro del filme, mismo que, como a los personajes principales produce sensaciones encontradas, interés total o tedioso aburrimiento.El ritmo del filme es lento y termina de manera trepidante, a ciencia cierta no puedo decir si aquello es malo o bueno, simplemente no me molestó, y aunque siento que con una edición más puntillosa y unos minutos menos hubieran sido ideales para un mejor equilibrio de la cinta, pienso que fue un intento por hacernos sentir esa ambivalencia que produce Bruges en los personajes principales. Recomiendo ampliamente esta película a todos aquellos que busquen un poco más que explosiones durante esta temporada veraniega, aunque cabe la advertencia para quienes no se encuentren de humor para dar un paseo lento hacia una ciudad enclavada, para muchas personas, en un lugar desconocido, pero no por eso, menos atractivo, se pueden aburrir o maravillar.
Calificación: 9

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